La Gran Comisión: El Llamado Universal a Predicar el Evangelio

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La Gran Comisión es un mandato fundamental del cristianismo, el llamado a llevar el mensaje de salvación a todas las naciones. Es un desafío que ha inspirado a millones de personas a través de la historia a compartir su fe, plantando iglesias, creando movimientos de transformación social y abriendo caminos de esperanza en el mundo.

En este artículo, exploraremos la Gran Comisión desde su origen bíblico hasta su aplicación práctica en el siglo XXI. Descubriremos su significado, sus implicaciones y cómo podemos participar activamente en esta tarea trascendente.

Índice
  1. Puntos Clave
  2. El Origen Bíblico de la Gran Comisión
    1. La Última Instrucción de Jesús
    2. El Contexto de la Gran Comisión
  3. El Mandato de la Gran Comisión
    1. Hacer Discípulos
    2. Bautizar
    3. Enseñar los Mandamientos
  4. La Universalidad de la Gran Comisión
    1. Un Llamado a Todos
    2. La Importancia de la Misión
  5. El Poder del Espíritu Santo
    1. La Guía del Espíritu Santo
    2. El Fruto del Espíritu Santo
  6. La Responsabilidad Personal en la Gran Comisión
    1. Diferentes Formas de Servir
    2. La Importancia de la Oración
  7. La Transformación Social a través de la Gran Comisión
    1. La Justicia Social
    2. El Impacto en la Cultura
  8. El Impacto a Largo Plazo de la Gran Comisión
    1. La Historia del Cristianismo
    2. La Importancia de la Herencia
  9. La Esperanza de la Gran Comisión
    1. La Esperanza de la Salvación
    2. La Esperanza de una Nueva Vida
    3. La Esperanza de un Mundo Mejor
  10. Video Recomendado: La Gran Comisión: El Llamado Universal a Predicar el Evangelio
  11. Preguntas Frecuentes
    1. ¿Cómo puedo participar en la Gran Comisión?
    2. ¿Qué es un discípulo?
    3. ¿Cómo puedo superar el miedo a compartir mi fe?
    4. ¿Cuál es el propósito de la Gran Comisión?
    5. ¿Qué significa vivir una vida cristiana ejemplar?
  12. Conclusión

Puntos Clave

  • Origen bíblico: La Gran Comisión se encuentra en Mateo 28:16-20, donde Jesús encarga a sus discípulos la tarea de hacer discípulos de todas las naciones.
  • El mandato: Es un llamado a predicar el evangelio, bautizar a los creyentes y enseñarles a obedecer los mandamientos de Jesús.
  • La universalidad: La Gran Comisión es un mandato para todos los creyentes, independientemente de su cultura, posición social o etapa de vida.
  • El poder del Espíritu Santo: La Gran Comisión no es un mandato imposible, sino un llamado que se realiza con el poder del Espíritu Santo.
  • La responsabilidad personal: Cada creyente tiene la responsabilidad de participar en la Gran Comisión, según sus talentos y oportunidades.
  • La diversidad de expresiones: La Gran Comisión se puede expresar a través de diferentes formas de servicio, como la predicación, la evangelización, la enseñanza, el servicio social y la vida diaria.
  • La transformación social: La Gran Comisión busca impactar no solo el ámbito individual, sino también la sociedad en su conjunto.
  • El impacto a largo plazo: La Gran Comisión es un mandato que tiene un impacto a largo plazo, que trasciende generaciones y culturas.
  • La esperanza: La Gran Comisión trae esperanza al mundo, ofreciendo un mensaje de salvación y vida plena en Jesucristo.

El Origen Bíblico de la Gran Comisión

La Gran Comisión tiene su origen en el Nuevo Testamento, específicamente en el Evangelio de Mateo 28:16-20:

"Entonces los once discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado. Y cuando lo vieron, lo adoraron; pero algunos dudaban. Jesús se acercó a ellos y les dijo: "Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo." (Mateo 28:16-20)

En este pasaje, Jesús, después de su resurrección, da a sus discípulos una última instrucción antes de ascender al cielo. Esta instrucción es la Gran Comisión, un mandato que trasciende la historia y alcanza a todos los creyentes.

La Última Instrucción de Jesús

La Gran Comisión representa la última instrucción de Jesús a sus seguidores antes de su partida. Es un mandato que se ha convertido en la piedra angular del cristianismo, impulsando a sus seguidores a compartir el mensaje de esperanza y salvación.

El Contexto de la Gran Comisión

La Gran Comisión se da en un contexto de incertidumbre y temor. Los discípulos habían presenciado la muerte y resurrección de Jesús, y estaban aún lidiando con la tristeza y la confusión. Jesús, sin embargo, les da una tarea clara y esperanzadora: llevar su mensaje al mundo.

El Mandato de la Gran Comisión

La Gran Comisión es un mandato complejo que implica una serie de tareas específicas:

Hacer Discípulos

La primera tarea es "hacer discípulos". Esto significa enseñar a las personas a seguir a Jesús, a vivir de acuerdo a sus enseñanzas y a compartir su fe. La Gran Comisión no se limita a convertir personas, sino a formar seguidores fieles que vivan una vida transformada.

Bautizar

La segunda tarea es bautizar a los creyentes. El bautismo simboliza la muerte al viejo hombre y el nacimiento a una nueva vida en Cristo. Es un acto de obediencia a Jesús y una señal de que uno ha aceptado su mensaje.

Enseñar los Mandamientos

La tercera tarea es enseñar a los nuevos discípulos a guardar los mandamientos de Jesús. Esto implica vivir una vida ética y espiritual basada en los principios del Evangelio.

La Universalidad de la Gran Comisión

La Gran Comisión es un mandato universal que se aplica a todos los creyentes, sin importar su cultura, origen o situación social. Jesús no dijo que solo los discípulos originales debían predicar, sino que todos los que creyeran en él tenían la responsabilidad de compartir su mensaje.

Un Llamado a Todos

La Gran Comisión no solo se limita a los pastores, misioneros o líderes religiosos. Es un llamado a todos los creyentes a participar en la difusión del evangelio. Cada persona puede contribuir a su manera, según sus talentos y oportunidades.

La Importancia de la Misión

La Gran Comisión es un mandato fundamental del cristianismo. Es una tarea que se extiende a lo largo de la historia y que busca llegar a todos los rincones del mundo.

El Poder del Espíritu Santo

La Gran Comisión no es un mandato imposible de cumplir, sino un llamado que se realiza con el poder del Espíritu Santo. Jesús promete estar con sus seguidores hasta el final de los tiempos, dándoles el poder para cumplir su misión.

La Guía del Espíritu Santo

El Espíritu Santo guía a los creyentes en la Gran Comisión, dándoles sabiduría, fuerza y ​​coraje para compartir el evangelio. Él abre puertas, transforma corazones y da testimonio a través de los creyentes.

El Fruto del Espíritu Santo

El Espíritu Santo produce frutos en la vida de los creyentes, como el amor, la alegría, la paz, la paciencia, la amabilidad, la bondad, la fidelidad, la mansedumbre y el dominio propio. Estos frutos son esenciales para llevar a cabo la Gran Comisión con éxito.

La Responsabilidad Personal en la Gran Comisión

Cada creyente tiene la responsabilidad personal de participar en la Gran Comisión, según sus talentos y oportunidades.

Diferentes Formas de Servir

La Gran Comisión se puede expresar de diversas maneras, como la predicación, la evangelización, la enseñanza, el servicio social, la vida diaria, la oración y el apoyo financiero.

La Importancia de la Oración

La oración es fundamental para la Gran Comisión. A través de la oración, los creyentes pueden pedir sabiduría, fortaleza, oportunidades y la guía del Espíritu Santo para compartir el evangelio.

La Transformación Social a través de la Gran Comisión

La Gran Comisión no solo tiene como objetivo salvar almas, sino también transformar la sociedad. El mensaje del evangelio es un mensaje de esperanza, amor, justicia y paz, que tiene el poder de transformar las comunidades y el mundo.

La Justicia Social

La Gran Comisión implica un compromiso con la justicia social. Los creyentes deben luchar contra la pobreza, la injusticia y la opresión, y trabajar por la paz y el bien común.

El Impacto en la Cultura

La Gran Comisión busca impactar la cultura, promoviendo valores como la integridad, la honestidad, la compasión y el respeto por la vida.

El Impacto a Largo Plazo de la Gran Comisión

La Gran Comisión es un mandato que tiene un impacto a largo plazo. Su influencia se extiende a lo largo de las generaciones, creando iglesias, movimientos sociales y culturas transformadas por el mensaje del evangelio.

La Historia del Cristianismo

La historia del cristianismo es un testimonio del impacto de la Gran Comisión. A través de la historia, millones de personas han respondido al llamado de Jesús y han compartido su fe, plantando iglesias, creando movimientos de transformación social y llevando esperanza a un mundo necesitado.

La Importancia de la Herencia

Los creyentes deben valorar la herencia de la Gran Comisión, aprendiendo de las historias de aquellos que la han vivido y transmitiendo su legado a las futuras generaciones.

La Esperanza de la Gran Comisión

La Gran Comisión trae esperanza al mundo. El mensaje del evangelio es un mensaje de salvación, vida plena y esperanza para el futuro.

La Esperanza de la Salvación

La Gran Comisión ofrece la esperanza de la salvación, la reconciliación con Dios y la vida eterna.

La Esperanza de una Nueva Vida

El evangelio ofrece la esperanza de una nueva vida, transformada por el amor de Dios.

La Esperanza de un Mundo Mejor

La Gran Comisión inspira esperanza en un mundo mejor, donde el amor, la justicia y la paz prevalezcan.

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Preguntas Frecuentes

¿Cómo puedo participar en la Gran Comisión?

Puedes participar en la Gran Comisión a través de diversas formas de servicio:

  • Predicación: Puedes compartir el evangelio con tus amigos, familiares, compañeros de trabajo o en eventos públicos.
  • Evangelización: Puedes participar en actividades de evangelización, como compartir folletos, organizar eventos o hablar sobre tu fe con otras personas.
  • Enseñanza: Puedes enseñar la Biblia a otros creyentes, formar grupos de estudio o participar en programas de discipulado.
  • Servicio social: Puedes participar en iniciativas de ayuda a los necesitados, como servir en comedores populares, visitar hospitales o ayudar a personas sin hogar.
  • Vida diaria: Puedes vivir una vida cristiana ejemplar que sea un testimonio para otros.

¿Qué es un discípulo?

Un discípulo es una persona que ha aceptado a Jesús como su Salvador y Señor y que busca seguir sus enseñanzas. Un discípulo se compromete a vivir una vida transformada por el Evangelio y a compartir su fe con otros.

¿Cómo puedo superar el miedo a compartir mi fe?

El miedo a compartir tu fe es algo común. Aquí hay algunos consejos para superarlo:

  • Ora por fortaleza: Pide al Espíritu Santo que te dé valentía y sabiduría para compartir tu fe.
  • Concéntrate en el amor: Recuerda que el mensaje del evangelio es un mensaje de amor y esperanza.
  • Practica: Comparte tu fe con alguien que te haga sentir cómodo, y luego ve aumentando gradualmente tu círculo de influencia.
  • Busca apoyo: Comparte tus miedos con otros creyentes y busca su apoyo.

¿Cuál es el propósito de la Gran Comisión?

El propósito de la Gran Comisión es llevar el mensaje de salvación a todas las naciones, hacer discípulos, bautizarlos y enseñarles a obedecer los mandamientos de Jesús.

¿Qué significa vivir una vida cristiana ejemplar?

Vivir una vida cristiana ejemplar significa vivir de acuerdo a los principios del Evangelio, mostrando amor, compasión, integridad y respeto por los demás.

Conclusión

La Gran Comisión es un llamado universal a todos los creyentes a predicar el evangelio, hacer discípulos y enseñar los mandamientos de Jesús. Es una tarea desafiante, pero llena de esperanza, que busca transformar la vida de las personas y la sociedad en su conjunto. Cada creyente puede participar en la Gran Comisión de diferentes maneras, según sus talentos y oportunidades. El poder del Espíritu Santo nos acompaña en esta tarea, dándonos la fuerza y ​​la sabiduría para llevar el mensaje de salvación a todas las naciones.

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